viernes, 19 de abril de 2013

MI PRIMERA VEZ HACIENDO RAFTING.


Hola de nuevo, hoy voy a hablar de mi primera vez haciendo rafting. 
Siempre hay una primera vez para todo y es interesante conocer las historias de la gente de sus primeras veces haciendo algo. Espero que este post os resulte entretenido. 

La primera vez que supe que iba a hacer rafting no sabia ni lo que era jaja, supe que haría rafting en casa cuando vi el programa del campamento de diabéticos al que iba a ir como monitora en prácticas, la verdad que casi todas las actividades que iba a realizar eran nuevas para mí. 
Después de llevar unos días en el campamento y haber realizado varias actividades estaba deseosa por hacer rafting, ya que no lo había echo nunca y me llamaba mucho la atención. Llego el esperado día, fuimos a una nave donde nos proporcionaron el material que nos haría falta, era pleno verano, por lo que hacía bastante calor, un monitor se me acerco y me dio un neopreno sin mangas, yo pensaba que con eso llevaría calor pero me lo puse aconsejada por aquellos que ya lo habían echo antes y por los mismo monitores.
Hicimos un recorrido de unos 25 minutos en coche, al fin vi el río, el agua cristalina, el ambiente muy agradable y todos nosotros con muchas ganas de empezar. 
Antes de meternos al agua, nos dieron un casco y un chaleco, yo pensaba que me iba a morir de calor con todo aquello. Nos dieron una explicación de como debíamos sentarnos en la balsa, como había que remar, que debíamos hacer si caímos al agua y sobre todo, que disfrutásemos la experiencia.

Comienza la aventura, mi primera toma de contacto con el agua fue tirarme desde un puente sin pensarlo, casi me quedo sin respiración jajaja, el agua estaba bastante fría, no era lo que yo me esperaba, pero aún así me encanto y además di gracias de que me hubiesen puesto el neopreno y todo lo que llevaba encima jaja.
La balsa es bastante grande, en total íbamos unas 8 personas, sentadas en los laterales, nos acompañaba un monitor que era nuestro "timón" y el que nos daba las órdenes de lo que teníamos que hacer. 
El descenso duro unas dos horas, fue súper divertido, para nada se me hizo pesado, de echo se me hizo bastante corto, durante el recorrido vas viendo aquel maravilloso paisaje que te ofrece el río Cabriel y la verdad que es impresionante. 
Cuando terminamos el recorrido, nos estaban esperando con los coches y furgonetas para así cargar las balsas, además cada uno había dejado una mochila con ropa seca para cuando terminásemos  quitarnos el neopreno y ponernos ropa seca. 

He de decir que fue una experiencia inolvidable, y desde entonces mi interés por el rafting fue aumentando, hasta el punto de ejercer como monitora.
Animo a todo el mundo a que realicen esta actividad, no es necesario estar en forma o saber nadar, o ser hábil, simplemente es tener ganas de pasar un rato agradable y os prometo que no lo olvidaréis nunca. 

Un saludo y espero que os guste. 

Y si alguien después de leer esto, se anima, os recomiendo Hocesventura, empresa de Utiel (Valencia). 
www.hocesventura.com




No hay comentarios:

Publicar un comentario